Trilogía...y nos hicieron crecer(II)
cuando vas de Abla a Escullar, has de tener cuidado con el suspiro: bajas, río y vega; curveas y subes, inmensidad que se impregna de altura. Pero, cuando en Los Llano, aplastado, te desvías, tiembla; pues se te clavan sures retorcidos...,
y ramblillas...,
y retamas;
barranquillos y tomillos;
volateos de perdiz picoteando sombra en ramas;
vía y tren que te estrangulan...;
y niños, que esperan, de tu fuego, llamas.
Pero cuando pasas por Las Adelfas...
¡Silencio! negras lascas; libretillas de palotes; pizarrines “pa” pizarras; libros, palabrotes, y a soñar que es mañana.
“Muy temprano, casi sin esclarecer, mi madre - me contaba mi abuela-, me subía a una lomilla que había junto al olivar que teníamos en las Adelfas desde donde se divisa la retorcida carreterilla de Escullar; allí, todo silencio, a esperar muy jutitas las dos, casi una, el bullir de pajarillos saltones en el remover del runruneo de la moto del maestro que, pegado a la mañana y mis primeros fríos, prendía de vida su paso”.
…
¡Lambreta, ruge; estalla luceros, ojales de puente por donde abrir senderos!
…
.
5 comentarios
Juan -
Sole Venegas -
Rosa Delgado -
me has hecho llorar de emoción, te llevo en lo más profundo de mi corazón.
Espero poder conocerte un día y darte un abrazo de amor.
Sole Venegas -
Pacoxxi -
Quedará en nuestro recuerdo.
Paco (emocionado) :-)